viernes, 31 de diciembre de 2010

Antigua Escuela de Medicina

Anécdota de estudiantes
Ha tiempo fui a ver una exposición en la Antigua Escuela de Medicina; es un local en donde se escribieron cientos de historias y leyendas, basta pararse en la entrada para sentir los lamentos y alegrías de unos y otros seres.
Sinceramente al entrar a la antigua Escuela sentí como se comunican cientos de seres que aún vagan por ese lugar, unos, los mas, padecen como ellos lo dicen con justicia pues han de pagar los quebrantos que en vida hicieron, otros piden venganza, los mas dicen ser inocentes y muchos más comentan ignorar la causa de su penar.
Uno de ellos es el que acude a mi mente cuando fui al citado lugar y a la entrada a mano derecha yace de muestra un cadáver perfectamente señaladas sus partes, fue ahí en donde el jóven Cristóbal de Barona llegó a mi mente.
Al dicho local, se le conocía como Establecimiento de Ciencias Médicas. Sus salones eran amplios y eran anexos a los salones del Hospital. El que era destinado a anfiteatro anatómico estaba en un rincón entonces descuidado. Ahí yacían en cuatro o cinco mesas el mismo número de cadáveres, para que los estudiantes hicieran sus prácticas de disección.
El joven Cristóbal de Barona era un muchacho común y corriente, pero sus compañeros quisieron jugarle una broma. Después de haber terminado sus lecciones, al estar todos juntos en la puerta del Hospital y al pasar una de tantas jóvenes doncellas que a rezar el Rosario acudían, su espiritu alegre y despreocupado estaba siempre pronto a dirigir una flor o piropo a la dama.
Esa vez dijo: “Anoche estuve soñando, que dos negros me mataban, eran tus ojos, doncella, que enojados me miraban.
Después continuaron con el estudio de Cuestiones Anatómicas, al apagar las velas con que se alumbraban bajaron al jardín del Hospital. Habiendo planeado sus compañeros la maldad, uno de ellos tocó el tema de los espiritus, de las almas en pena, Barona mordió el anzuelo, manifestó no creer en apariciones. Nunca – dijo- he visto algo mas que materia, el alma liberada sube como fluido a regiones mejores de donde no regresa.
Fue entonces que el malandrín que propuso la broma, dijo: ¡Oye Cristóbal, ya que eres tan valiente! ¿a que no te sometes a una prueba?.
Dime cual contestó.
Pues bien; ahora que den las doce de la noche y los sonidos de la Catedral lleguen a tus oidos, tu solo entrarás al anfiteatro y a cada sonora campanada, con éste martillo clavarás estos doce clavos en derredor de uno de estos cadáveres que están en las mesas del anfiteatro. Entrarás pocos minutos antes y pasado el último sonido, vendrás a buscarnos para que festejemos tu valor y entereza.
Asi se hará, dijo Barona, preparen guitarras y mandolinas para llevar gallo a mi bella Guiomar, mi novia.
Al tiempo fijado, la noche era mas obscura de lo normal. Cristobal esperaba cubierto con su amplia capa, junto a los restos mortales de un viejo tendido en una de las mesas.
No dejó de sentirse nervioso, pero con el martillo en la mano derecha y los doce clavos en la izquierda, solo esperaba las doce campanadas, para hacer rápidamente su encomienda.
Por fin.... a lo lejos suena la primer campanada del reloj de Catedral. Cristóbal clava el primer clavo con un fuerte martillazo, a la segunda campanada, el segundo y así sucesivamente. Al termino del doceavo clavo sonriente quiere alejarse del lúgubre lugar, pero.......... ¡no puede!, el jóven intenta de nuevo ...pero no puede alejarse, algo lo detiene, .......... para hacer mas tenebrosa la escena, los dientes del cadáver parecen brillar mas, no sabemos como un rayo de luna fue a dar a la cara del cadáver, para hacer mas tétrico el momento. Una congoja enorme hace presa al jóven de su espiritu y desmayado al fin cae a un lado de la mesa.
Hubo de pasar 30 minutos, para que sus compañeros con algo de risa todavía y otros ya algo preocupados, se mostraran dispuestos a entrar por el osado jóven. al hacerlo, encontraron a Barona perdida la razón, profiriendo incoherentes palabras y abrazado al cadáver.
La nerviosidad de Cristóbal hizo que no se fijara en que al golpear los clavos, su capa se hundió con ellos en la madera, quedando cogida su capa amplia. Por lo que, cuando quiso salir del recinto, le fue imposible tal maniobra

Asi fue y como tal la escribo
Requiem aeternam dona eis, Domine
Et luz perpetua luceat eis.
Requiescant in pace. Amen.

El presente escrito fue hecho por el Ing. Federico Juárez Andonaegui, agradezco personalmente la participacion de tan habil escritor.

miércoles, 13 de octubre de 2010

La ultima Bruja de Texcoco


Un evento increible, sucedio en Texcoco en 1948, los habitantes, asustados, comentaron por muchos años el suceso, a mi generacion se le heredo como la narracion de un suceso extraordinario, inconcebible.

El marido salia todos los dias a trabajar, se iba muy temprano, despues de despedirse con carinño de su esposa y sus hijos, no regresaba hasta que el dia hubiese avanzado, con hambre y cansado, sobre su mesa, moronga, como era usual, tal vez demasiado, esa era la especialidad culinaria de su esposa, y casi todos los dias era el plato principal.

Habian pasado años ya de que se hubiesen casado y tenian varios pequeños hijos, su vida parecia ordinaria, sin embargo habia pequeños detalles sutilmente diferentes...

Un dia amargo, un amigo suyo le habia hecho una grave confidencia, las personas decian que su esposa era bruja, la veian salir de noche a depredar a niños y animales, regresando en la madrugada a su casa, a la cama con su marido. No lo podia creer, no queria creerlo, cada vez mas personas lo señalaban con temor.

Una noche se quedo de acuerdo con su amigo y algunos pobladores, para comprobar si era real su sospecha, simulo quedarse dormido, y espero, poco antes de la medianoche sintio como su esposa se levantaba, escucho las suaves pisadas perderse en la cocina, unos cuantos ruidos y luego la puerta de la calle.

Su amigo toco suavemente a la ventana, estaba livido, entro a la casa, habia visto a la esposa convertirse en una bola de fuego y remontar los cielos; ambos fueron a la cocina, para ver que habia estado haciendo, encontraron el horno encendido, con un fuego tibio, al somarse a ver que habia adentro tuvieron que retroceder aterrorizados, cerca del fuego, dos piernas humanas, colocadas de tal forma que no las tocaran las llamas, pero que se mantuvieran calientes, ambos decidieron meterlas bien al fogon y quemarlas.

El regreso a la cama, su amigo a reunirse en las afueras con los pobladores, preparados para arremeter contra la bruja, en un rato llego una bola de fuego, que se transformo en la mujer, se escucho el sondido al entrar a la casa, y despues llanto, el doloroso llanto de una mujer, el marido se levanto y fue a la cocina, encontro a su mujer sentada en el piso llorando, pero al quererla ayudar a levantarse, se percato de que no tenia piernas, la dejo ahi y salio a solicitar la ayuda de los hombres ocultos fuera de la casa.

Todos entraron a la carrera, vieron el espectaculo, la agarraron y se la llevaron a la presidencia de Texcoco, donde las autoridades la encerraron en una celda, durante varias semanas se volvio un espectaculo publico, ir a ver a la Bruja, los testigos decian que donde habian estado las piernas, se veian los muñones perfectamente cerrados, como si nunca hubiesen existido las piernas. Nadie sabia bien que hacer con ella, ni el cura, que la conocia bien; finalmente decidieron que no podian mantenerla detenida, decidieron quemarla.

Los actos de fe habian desaparecido desde hacia tiempo, no se realizo ningun rito, simplemente se le quemo viva, sin que ninguna narracion se ponga de acuerdo, segun unos se quemo enfrente de la catedral, segun otros se quemo en la plaza mayor, en lo unico en que coinciden, es en que era bruja y su muerte fue el final de las calamidades que afectaban a los niños de Texcoco y los pueblos a su alrededor.

Esta historia la he escuchado de varias fuentes en Texcoco, una ciudad cercana al DF y que por muchos años fue el centro ganadero de la region, con pequeñas diferencias, no he tenido tiempo de buscar referencias historicas reales; son comunes en este tipo de historias las ideas de que las brujas comen sangre y que pueden quitarse y ponerse las piernas a voluntad, ademas de que viajan por el aire en forma de bolas de fuego.

Autor:  Sergio Antonio Tellez Morales

martes, 17 de agosto de 2010

El Guajolote



Todo esto sucedio en un lugar de la Sierra de Puebla, a un dia de camino a caballo de La Ceiba, habiamos ido de practicas a la zona, era una rancheria pobre, de casas de madera y suelo de tierra como tantas en la zona, habiamos llegado por la tarde y los habitantes nos habian pedido que nos quedaramos, una persona habia muerto en la zona y evidentemente tenian miedo, asi que les dimos de comer y beber a los caballos y nos dispusimos a acompañar a los dolientes al velorio, casi todos los habitantes se reunieron, se preparo comida y la discreta ceremonia con la que se vela a los recien difuntos.

Eran poco mas de las doce de la noche, cuando de repente se abrio una ventana, el golpe de viento apago las velas y todo quedo en la sombra, un enorme guajolote se paro en el quicio, tenebroso, amenazador, instintivamente cortamos y apuntamos, tres rafagas salieron de nuestras armas, y el guajolote volo, ¿como fue posible que con tal lluvia de balas no le dieramos a un blanco a pocos metros y bien delineado en la noche?, nunca lo sabremos, el resto del peloton llego corriendo, pero no se veia al ave por ninguna parte.

Esa noche no dormimos, todos nos mantuvimos en guardia, los habitantes del pueblo buscaron refugio con nosotros, esa noche la casa parecio un vagon de metro por la cantidad de gente que se quedo en ella, los pobladores, con miedo decian que era un nahual que habia ido por el alma del muerto, nosotros, con nuestra sofisticada cultura occidental, sabiamos que algo raro pasaba, pero no sabiamos que, los mas supersticiosos rezaban, los que solo creiamos en la fuerza de la armas nos manteniamos vigilantes.

En cuanto hubo suficiente luz, salimos a revisar los alrededores, bajo la ventana encontramos un charco de sangre, seguimos el rastro, junto con todos los pobladores, el camino de gotas de sangre nos llevo hasta una casa en una vereda del monte, famosa por que se decia que la señora que vivia ahi era bruja, entramos y su hermana nos dijo que su hermana estaba muy enferma, que se habia caido, sin embargo los pobladores envalentonados por tenernos entre ellos, entraron a la fuerza, y la encontraron muy mal herida, dos balas le habian dado, y estaba moribunda, expiro ese mismo dia.

El evento habia sido muy confuso, y aun no me lo logro explicar, es obvio que recibio algunas de las balas que disparamos, pero ¿como pudieron darle?, su casa no estaba en la direccion que disparamos, y el rastro de sangre indicaba que habia estado cerca de la ventana, pero ahi solo habia estado el guajolote, del que no encontramos el mas minimo rastro. Segun los habitantes ella era el guajolote que habia aparecido en la ventana.

Nos fuimos un par de dias despues, en medio del agradecimiento de los pobladores, en el largo camino iba meditabundo, las cosas que pasaron me habian dejado una gran inquietud, en la region de Veracruz donde habia crecido habia oido muchas historias de brujas y nahuales, pero en todas ellas se decia que eran inmunes a las balas, a las que se tenia que bendecir o colocar una cruz para que pudieran dañarlas, o de lo contrario las balas rebotaban a quien las disparaba, ¿que tal si ella habia estado escondida cerca, cuando el animal volo a la ventana?, pero en ese caso, porque no hallamos pisadas humanas o el cuerpo del guajolote, o la oimos quejarse, ademas, ni su casa, ni el camino de sangre estaban en la trayectoria parabolica que debieron seguir las balas que disparamos. Al llegar a los cuarteles en La Ceiba, mi reporte fue Sin Novedad, porque simplemente no pense que mis superiores me creyeran una sola palabra.

Esta es una de mis historias de Fantasmas favoritas, tiene una gran carga folkorica, muchas de sus referencias las he oido en una u otra parte de esta gran republica mexicana, donde las historias de los nahuales (seres humanos que se pueden transformar a voluntad en el animal que quieran) son muy comunes, o mas bien lo eran, hace mucho tiempo que ya no ando por esas regiones apartadas de la civilizacion.


Autor: Sergio Antonio Tellez Morales

Un encuentro con la Llorona

Era una noche de invierno, estabamos haciendo maniobras cerca de un pueblito de Veracruz llamado La Concha, a un compañero y a mi nos habia tocado controlar un cruce de caminos en la noche, en realidad no habia nada que hacer, eran los tiempos en que Mexico era tranquilo, la gente buena y las noches pacificas.

Estabamos parados en nuestra trinchera de costales, platicando de cualquier tonteria, eramos jovenes cadetes, nuestros fusiles de cerrojo colgando de nuestro hombro, si efectivamente, aun en los ochentas habia fusiles de ese tipo en Mexico, cuando vimos que algo se acercaba, la luna brillaba intensamente, llena, y podiamos ver el polvo azuloso del camino levantandose, de seguro alguien regresando tarde y rapido a casa, pero cuando la nube estuvo bien a la vista, no podiamos creer lo que veiamos:

Era un burro, que iba corriendo, pero sus pezuñas no tocaban el suelo, en su lugar parecia que corria sobre una nube de hojas y polvo, como si flotara, enmedio de una polvareda, nos quedamos congelados por un segundo, nos miramos uno al otro y salimos corriendo, nos aventamos a una zanja de un pequeño canal que corria junto a las milpas y nos arrastramos, en ese momento oimos un grito, como un gemido femenino, gutural y profundo, que hacia que una sensacion de miedo te recorriera la espalda.

Nos esperamos un rato, y salimos lentamente, viendo en todas direcciones, llenos de lodo, solo en ese momentos nos acordamos de nuestros fusiles, hasta entonces cortamos cartucho y los sujetamos firmemente, pero ya no se veia nada, la aparicion se habia desvanecido, no esperamos mas, nos fuimos casi corriendo a nuestro campamento base.

Al dia siguiente, les preguntamos a los habitantes del lugar, nos dijeron que era la Llorona, que se le aparecia por esos caminos, a los que se atrevian a andar ahi en la noche...

Esta narracion me la platico un amigo, en esas noches eternas de guardia que hay cuando uno es cadete, en que las historias de fantasmas animan las frias madrugadas.

jueves, 24 de junio de 2010

Autopista a Oaxaca


En mi trabajo anterior, como consultor viajaba mucho, particularmente en la noche y por carretera, hasta que me case y mi esposa me pidio que dejara de viajar, ciertamente que dejar de andar en carreteras nubladas y mojadas a altas horas de la madrugada, no era mala idea, aunque un puesto fijo en una oficina carece de emociones y hace que uno engorde como marranito cebado.

Una noche de luna, mi viaje a Oaxaca habia sido repentino, una consulta urgente para prevenir una huelga, habia que salir de ultimo momento en el peor dia de la semana; un domingo en la noche, los autobuses van llenos, solo consegui un asiento al frente del autobus, los lugares menos populares, en caso de colision casi siempre son mortales, pero en fin, asi es el trabajo, en cuanto aborde, empece a revisar la documentacion que me fue enviada, era un basural, mal organizada y con poca informacion realmente util, hice con ella lo que merecia, la bote, abri un libro y me fui leyendo mientras mi cabeza esbozaba la estategia de negociacion, tendria que llegar a improvisar la tactica, eso es lo emocionante de este negocio, adaptar una tactica eficiente a una estrategia bien probada.

De repente, oi que el conductor me hablaba, algo completamente inusual, los conductores del ADO solo hablan con los pasajeros en caso de emergencia, y por el tono de la voz me di cuenta de que este era el caso. Empezo a hablar algo nervioso, lo primero que me dijo fue: Ya estamos en la bajada para Oaxaca, como si esa frase en si fuera muy importante, pense, probablemente sea una falla con los frenos, tendra que frenar con motor, la noche era clara, con luna y la carretera estaba seca, y a diferencia de la de Poza Rica, no hay niebla ni curvas cerradas y mal calculadas, la unica respuesta que pude dar fue preguntar tan calmado como fuera posible: ¿pasa algo?.

-¿No ha oido hablar de lo que pasa en esta zona?, su voz temblo de nuevo, el temor se podia sentir en cada vocal; mientras oteaba nerviosamente el borde de la carretera.

En mi ultimo viaje me la encontre, dijo casi en un susurro, y puedo asegurarle que si existe, no es un cuento, yo la vi.

- ¿Que fue lo que vio?, esta no es mi zona y no se lo que pasa.

- Es una mujer, casi una muchacha, que se aparece en la noche, va caminando en el acotamiento de la autopista, cuando las luces de un vehiculo se le acercan, se vuelve de frente y hace la parada,

- Era la corrida de las doce de la noche, en esta parte me encontre una mujer, la vi caminando en la autopista, sobre el acotamiento, lo primero que pense fue es muy peligroso que anduviese caminando en la noche, sola, lejos de cualquier lugar habitado; cuando me acerque y las luces la alcanzaron completamente, se volvio y me hizo la parada, podia ver que era joven, casi una muchacha, aunque mi primer instinto fue detenerme a ayudarla, de inmediato pense, es peligroso, las bandas de ladrones abundan, pero despues algo, no se que, tal vez mi sexto sentido, me indico que no, pase de largo, pero de inmediato, senti que el motor se sentaba, las revoluciones bajaron, el autobus se sintio lento, casi se apago.

Vi el espejo, ya no se veia la muchacha, un escalofrio me recorrio la espalda, un padre nuestro se deslizo de mis labios, el autobus recupero la potencia y acelere a fondo, el timbre del tacometro sono por un par de minutos, pero no me importo, habia que alejarse de ahi.

Al llegar a Oaxaca, despues de desembarcar al pasaje, fui inmediatamente al taller, entre y me encontre con un grupo de amigos conductores que estaban platicando con el mecanico jefe, le empece a describir lo que paso al autobus, pensando que podria haber sido un desperfecto mecanico, al terminar mi relato, un brazo del jefe se apoyo en mis hombros y dijo, tu tambien la encontraste, fue cuando me entere, desde hacia un par de semanas, habian surgido rumores sobre la Fantasma de la Carretera, que se le aparece a conductores que van solos y evidentemente tu has sido la ultima victima.,,

Ya no recuerdo de que seguimos platicando, hasta que pasamos la zona de peligro, despues de lo cual el regreso a su mudo profesionalismo y yo a leer mis papeles, pero quede inquieto. Al dia siguiente, despues de haber hecho mi trabajo y habiendo terminado exitosamente las negociaciones, estaba platicando con el gerente de la empresa y con el lider sindical, y surgio el tema de lo que habia oido en la noche, se hizo el silencio y ambos me escucharon atentamente, despues de mi historia, me dijeron que la historia efectivamente se habia hecho famosa en esos dias, y agregaron mas detalles.

La muchacha parecia siempre buscar quien la llevara, y solo se presentaba cuando el conductor iba solo o sin compañia cercana, si el vehiculo no se detenia, el motor se apagaba o por lo menos se sentaba; si se detenia, la muchacha se desvanecia. Circulaba tambien el rumor de que si era un auto pequeño y el conductor no paraba, cuando se daba cuenta, iba una mujer sentada en el asiento trasero, que se desvanecia despues de una oracion.

Nadie saba nada con certeza de la muchacha, algunos decian que estaba arreglada como para una fiesta, otros que estaba ensangrentada, unos que habia muerto en un accidente, pero lo unico en lo que todos coincidian, era en que buscaba con desesperacion alguien que la llevara a casa.

Las Historias de Mujeres perdidas en la carretera o que buscan que alguien las lleve son muy populares y en muy diferentes lugares, en Mexico las he oido en unos tres lugares diferentes, y que decir del fantasma de resurrection Mary de Chicago, cuya historia es muy parecida, en cambio en Inglaterra, las historias difieren un poco, en estas, la muchacha se sube a tu auto sin pregunatar, ya sea a tu lado, o bien de repente la ves sentada en el asiento de atras, pero solo como una sombra obscura.

miércoles, 23 de junio de 2010

Los Fantasmas del Quemadero de la Inquisicion


De la misma epoca en que hacia mis viajes epicos diariamente, es esta historia, me fue platicada por un vendedor de tacos que tenia su negocio en la concurrida esquina de Reforma y Avenida Balderas.

El Quemadero de la Inquisicion se encontraba a un lado de la Alameda del Distrito Federal, donde ahora se encuentra el Teatro Arte Alameda; durante el Virreynato, se efectuaban las quemas en el entonces convento de San Diego, que a su vez pertenecia al enorme complejo religioso de San Hipolito, que ahora esta disperso desde el Metro Hidalgo de la linea 3. hasta el de Bellas Artes de la linea 2. En aquel entonces, los prisioneros eran llevados frente a San Diego por medio de una procesion, vistiendo el San Benito, llegando a la iglesia se les colocaba en piquetes frente al convento y se les prendia fuego, regularmente ante la prescencia de una gran multitud. Los pobres condenados morian en medio de un gran sufrimiento, sus restos eran recogidos, y enterrados, pero no en terreno consagrado.

Pues bien, eso es lo que dicen los libros de historia, ahora la narracion actual, en ese tiempo me bajaba del Metro en la estacion Hidalgo y caminaba a la terminal de los peseros de la Ruta 2 que prestaban servicio toda la noche sobre Reforma. Habia una rutina peculiar en la zona, despues de las 11:30PM, habia puestos de revistas atrasadas y otras cosas dentro del metro, un puesto de tortas, que hacia las mejores tortas de la zona, vendia sus ultimas preparaciones a los viajeros finales del metro, y si uno pedia los chiles para llevar, te daban todos los del recipiente. Pero si llegabas mas alla de la medianoche, solo encontrabas cortinas metalicas cerradas, por lo que era necesario comer algo en la superficie, habia un par de puestos de tacos, ubicados a un lado de lo que hoy es el Centro Cultural Marti, la comida no era muy buena, pero cuando se tiene hambre...

Como cliente regular, (si los tacos del lugar eran asquerosos, pero habiendo comido a las 16:00 hrs, ya para la medianoche se tiene un hambre atroz), el dueño se quedaba platicando conmigo, en lo que llegaba el pesero de las 0:30 o de la 1:00, regularmente eran temas comunes, el clima, la politica, el peligro de los vagos de la zona, pero una noche lluviosa, que llegue mucho mas tarde de lo habitual, casi a la una, la zona estaba casi vacia, la poblacion regular, viajeros, comerciantes, policias y vagos, era casi ausente, solo el puesto de tacos, un par de personas paradas en la esquina esperando el pesero y un hambriento novio que hubiese estado mejor en su casa, eramos todos los seres vivos en la zona.

Cuando empece a platicar con el taquero, el me dijo que si no habia mas gente, yo seria su ultimo cliente y se iria, no le gustaban esas noches solitarias, porque sucedian cosas extrañas, en el silencio de la noche, cuando la madrugada era mas obscura, se escuchaba el ruido de ruedas de madera rodando frente a la Alameda, recorriendo la avenida desde la Iglesia de la Santa Veracruz al convento de San Diego, lo que sonaba como carretas que se detenian de golpe, seguidas de sonidos como de bultos cayendo al piso, poco despues se escuchaban gritos aterradores, pero muy debiles, muy apagados, que se apagaban en el crepitar lejano de llamas invisibles, si habia algun valiente que se asomara por la Alameda, no se veia nada, y los ruidos desaparecian, pero un frio de miedo recorria todo su cuerpo, erizandosele la piel.

Ademas estaba el fantasma polvoriento, era un muchacho que se veia caminando desesperado, frente al sitio donde habia estado el viejo Hotel Regis, derrumbado en el temblor del 85, parecia como si buscara algo, los que lo habian visto decian que parecia estar completamente cubierto de polvo, con una gran rajada en la cabeza, y que desaparecia en cuanto alguien posaba su vista en el, y como esa zona era el sanitario publico de todos los que pasaban por ahi, no pocos lo habian visto, incluyendo mi amigo el taquero.

En mi muy particular punto de vista, yo jamas vi, ni oi nada, y hubo noches en que tuve que esperar hasta las 2 de la mañana para poder irme a mi casa, lo peor que vi, fue un enfrentamiento entre Policias y Vagos (ahora llamados niños de la calle), con disparos de escopeta y toda la cosa, ese punto era mas peligroso por los vivos que por los muertos. En fin, si fui su ultimo cliente y me pidio que lo esperara en lo que cerraba, todos nos fuimos en el primer pesero que paso, y dejamos esa importante esquina de la ciudad a sus propietarios fantasmales.

Esta historia la he escuchado con diversas variaciones, narrada por gente que vive en el Centro o por conductores de peseros, una variacion es que todo sucede igual, pero en la Plaza de Santo Domingo, en el viejo edificio de la Inquisicion, actual Museo de Medicina

Autor:  Sergio Antonio Tellez Morales

El Fantasma protector de Metro Taxqueña

Hay una historia que corria entre los viajeros nocturnos que arribaban a Metro Taxqueña a finales del siglo pasado, era la epoca de la Ruta 100, los Expressos de Medianoche a Tlahuac, los peseros tamaño Micro, los pasajes de 2.00 pesos y los peligrosos andenes del transporte publico, solitarios y obscuros, en particular del mercado de comida que dividia los andenes de peseros, de los andenes de autobuses, ahi, si los delincuentes te veian solo, era mucho mas probable que intentaran asaltarte, tenias que ir muy listo, o bien armado para pasar sin problemas, uno de los tantos riesgos de Viajar de Noche.

Se hablaba del Fantasma protector, un ser que se aparecia cuando un viajero corria peligro, y lo acompañaba por esa zona en particular, despidiendose poco despues de llegar a las escaleras del metro, nadie lo habia visto bien, en la penumbra parecia una persona normal, pero jamas pasaba por donde habia luz, asi que no era posible ver sus rasgos completamente.

En aquel entonces regresaba de lunes a viernes de dejar a mi novia en el pueblito de Zapotitla, muy tarde en la noche, y para hacer eso habia que estar muy listo, como la parada del autobus expresso me quedaba muy lejos, hasta el panteon San Lorenzo Tezonco, tenia que irme regularmente en los micros de transporte publico que llegaban hasta el Metro; preferia abordarlos en la terminal, asi podia revisar con calma quienes estaban a bordo, ver quien se veia normal y quien era sospechoso, el examen de tus compañeros de viaje en la noche se vuelve una costumbre, hay quienes parece que van o vienen de sus actividades diarias, gente trabajadora de la que no hay que temer, pero tambien hay quienes son sospechosos, personas con sombreros, chamarras o sueteres demasiado holgados, de esas personas hay que desconfiar, y bien alejarse, o si te gusta el combate cercano, acercarseles tanto como sea posible, si son asaltantes, en lo que sacan su pistola, tu ya tienes tu navaja en su yugular. En fin, entre las delicias del viaje suburbano nocturno esta el conteo automatico, uno va contando quienes suben, quienes bajan y donde se sientan, hay costumbres muy bien establecidas, las mujeres, (si, en efecto hay mujeres que se arriesgan a viajar a esas horas), regularmente se sientan en los asientos de adelante, cerca del conductor y de la puerta. En cambio los jovenes se suelen sentar en los asientos traseros y subir su pierna sobre el largo cojin que lo forma, a mi me gustan los asientos del centro, no dan buena visibilidad, pero en caso de colision son los mas seguros, y tal como manejan los conductores de pesero, el mayor peligro era chocar, quienes conocen esa ruta lo podran confirmar, en la noche uno podia hacer 20 minutos, semaforos incluidos, desde Zapotitla hasta Taxqueña, asi que habia ir bien sujeto de uñas y dientes.

En fin esa noche era tarde, y habia menos gente que lo normal, era fin de quincena y habia llovido intensamente durante la tarde, ibamos solo tres personas ademas del conductor, un señor mayor que se sento hasta adelante, un muchacho que siempre se bajaba en Lomas Estrella hasta atras, y yo, el viaje fue rapido, no subio nadie en el camino, asi que llegamos solo DOS PERSONAS a Taxqueña, como vi que el señor iba a tardar algo en bajar por delante, me levante y gire a la puerta trasera, pero ¡oh sorpresa!, alguien iba sentado en el ultimo asiento, y se levanto antes que yo.

Cuando ambos estabamos abajo, me saludo y me dijo si nos podiamos ir juntos al metro, una buena sugerencia viendo que todo estaba totalmente solitario, ya que el anciano habia abordado una de las peseras que iban a la CTM, fuimos caminando, y el iba hablando de lo peligroso que se habia vuelto la terminal, y que el personalmente habia visto varios incidentes, efectivamente, a mi tambien me habia tocado ver un par de cosas bastante desagradables, apresuramos el paso, y cruzamos el mercado y los andenes, obscuros, como el destino de los pobres del pais bajo un gobierno panista, algo alejados habia un grupo de malvivientes entre los pasillos obscuros, llegamos a la escalera de ascenso al metro, y ahi se despidio, dijo que el se iba derecho, en ese momento senti un gran escalofrio, me despedi y entre a la luz, mi mente trabajaba muy rapido y noto que habia algo muy raro, mas alla de las escaleras del metro no hay nada, solo estaba el lugar donde los autobuses se estacionaban en el dia, no hay mas transportes ni casas, los baños estaban hasta la Central de Autobuses Sur, ningun alma osaria ir a un lugar asi en la noche, era ilogico. Fue entonces que me acorde, el Fantasma del Metro Taxqueña, que acompaña a los viajeros por la zona peligrosa, ¿seria el?, en ningun momento le vi la cara, estaba muy obscuro, era imposible que fuese en el pesero, el conteo automatico no lo habia registrado, ademas se alejo hacia la zona mas peligrosa. Aun no se que paso, pero si fuiste tu, gracias.

Al dia siguiente estaba platicando del asunto con el despachador de la terminal de Zapotitla, un señor ya bastante grande, que conocia todas las historias de la zona, el me dijo que muchos lo habian visto igual que yo, que los acompañaba y despues se despedia, pero me agrego un detalle que yo desconocia, el se iba del lado del estacionamiento porque ahi habia muerto, se cree que era un viajero que por algun motivo se habia perdido y fue a parar a la parte mas peligrosa de la terminal, donde fue asesinado por unos ladrones.

Las historias de fantasmas que acompañan y protegen si bien no son tan comunes, si tienden a repetirse de vez en cuando, he oido pocas de ellas, pero muy distantes, en Turquia, en Inglaterra (¿de que tipo de fantasma no tendran en el Reino Unido?) y en Mexico.

Autor:  Sergio Antonio Tellez Morales

martes, 22 de junio de 2010

El Fantasma de Bethlemitas


El Museo del Ejercito Mexicano esta en el viejo exconvento de Bethlemitas en la Ciudad de Mexico, es un museo pequeño pero bien administrado, cada tercer jueves del mes hay conferencias y su biblioteca esta muy bien surtida, tiene algunas piezas historicas muy importantes, como la helice del avion Sonora.

El museo esta ubicado en el Centro Historico del DF, una zona con una gran cantidad de historias de fantasmas, ahi en tiempos prehispanicos se encontraban templos Aztecas y en sus alrededores se produjo la batalla que los españoles conocerian despues como la Noche Triste, durante la colonia fue un convento, donde no pocos frailes murieron en pena.

Aun ahora parece estar habitado por sombras y seres invisibles, en las noches despues de que los visitantes se han ido, y solo queda el personal de guardia, se producen eventos increibles, una suave brisa interior mueve las pesadas cortinas del primer piso, y las sillas de la sala de conferencias parecen ser arrastradas. Los candelabros vibran, y las puertas se azotan. Los objetos del museo cambian de lugar, e incluso un viejo cañon Schneider, de los tiempos de la revolucion ha sido visto apuntando en otra direccion cuando se abre el museo en la mañana. En la Biblioteca o la Libreria, no recuerdo bien donde me dijeron, se ha visto la sombra borrosa de un fraile, quieto y silencioso en un rincon, que desaparece lentamente.

Desde los tiempos de la colonia se escuchaban historiaas sobre el convento, sobre monjes que habian enloquecido al ver el fantasma de un religioso caminando sutilmente en los pasillos, sin rostro, dentro de su capucha...

Las historias de monjes fantasmas en viejos conventos son un factor comun en varios paises, las he escuchado en Inglaterra y en Mexico, desde las lobregas montañas escocesas a las silenciosas salas del DF, casi siempre se refieren a religiosos que quedan en pena en sus edificios, historias muy semejantes las hay en una Universidad Privada del DF, donde se cuenta que un monje fantasma pasea por el viejo edificio de su biblioteca, o de un Hotel en el centro de San Luis Potosi donde se menciona repetidamente que un fraile recorre sus pasillos en la noche, espantando huespedes al atravesar las paredes.

El fantasma del edificio de la PFP

Uno de los edificios de la Policia Federal Preventiva, que se ubica sobre Paseo de la Reforma, en donde antes estuvo el Banco Union, posee un secreto tenebroso, hay el fantasma de una niña que juega en el primer piso, se le ve continuamente, particularmente en la noche o cuando hay poco personal en el edificio, corre con una pelota de aqui para alla, sin parecer preocupada, no son pocos los que la han visto, y muchos sienten una profunda tristeza por ella.

El fantasma ya aparecia desde tiempos del Banco Union, se dice que es la hija de uno de los ejecutivos del banco, que estaba corriendo en el piso superior, tropezo con el barandal y cayo hasta la planta baja, matandose inmediatamente, despues de ese evento la seguian viendo, como si su alma hubiese quedado atrapada en ese espacio o bien no se hubiese dado cuenta de su muerte. Seguia vestida tal y como lo estaba el dia de su muerte, y parecia no percatarse de la existencia de las personas.

Con las nuevas camaras de vigilancia interior del edificio ha de ser interesante ver que sucede, si pueden grabar algun hecho extraño. El Fantasma no ha desaparecido hasta la fecha, y aun con un gobierno de funcionarios persinados, nadie ha tenido la piedad de mandarle decir una misa a su alma, o tal vez ya no sirva hacerlo, con sacerdotes pedofilos que siguen mas a Satanas que a las enseñanzas de Jesus.

Las historias de niños jugando en el lugar de su muerte son muy comunes y muy antiguas, solo baste decir que los fantasmas de los pequeños principes ingleses asesinados por Ricardo III, se seguian viendo hasta finales del siglo XX, jugando sobre el lugar donde se cree que fueron asesinados. Hay una historia muy similar en las oficinas de entrenamiento basico a los vendedores de Axa, solo que ahi, se le ofrecen juguetes al niño que se cree que aun habita en esa casa.

Un alma en pena

El paciente estaba muy deprimido, tenia un cancer pulmonar terminal, y habia mostrado signos de desear suicidarse, por eso el personal de enfermeras lo mantenia estrechamente vigilado, cada vez que pasaba una por su cuarto, se asomaba a verlo y revisar que todo estuviese bien, pero el tambien se habia percatado del movimiento interno del hospital.

Era ya un señor mayor, posiblemente un ferrocarrilero, ya que cuando llego vestia un overall de mezclilla, una chaqueta de maquinista y un sombrero de maquinista de felpa, sus dolores eran agudos, pero no habia nada por hacer, ya habia llegado muy mal, solo cabia esperar que se agravara, pero aun asi insistia en fumar, siempre habia que estarle quitando el cigarro.

Un dia las muchachas del turno de la noche subieron a darles sus mamilas a los bebes del segundo piso, pero antes pasaron a ver al paciente, bajaron un par de veces por medicinas y cambios y volvieron a subir, cuando pasaron de nuevo por su habitacion, lo encontraron muerto, se habia ahorcado el mismo con su cinturon, lo habia amarrado a los barrotes de la cabecera de su cama, y corrido la hebilla alrededor de su cuello, estrangulandose con su propio peso. Habia aprendido muy bien que el mayor tiempo que se quedaba solo era cuando el personal cuidaba a los bebes y aprovecho su oportunidad. Su familia recogio el cadaver y lo cremo.

Pero no acabo ahi todo, como una maldicion, el señor no se fue, pemanecio vagando en el hospital por mucho tiempo, pocos dias despues de su muerte, una mujer que acababa de parir llamo por interfon a la estacion de enfermeras, lo que dijo fue escalofriante:

-Señorita, podria venir rapido a mi cuarto, hay un señor aqui que me esta viendo fijamente.

Cuando el personal llego, no habia nadie, pero tal como lo describia la mujer, era sin duda el señor, con su ropa de mezclilla y su sombrero, a partir de ese dia los avistamientos se multiplicaron, tenia predileccion por los cuartos donde estaban las recien paridas, que se quejaban de que un señor siempre se paraba frente a su cama, y las veia fijamente a ellas y a sus bebes, con una mirada inexpresiva, cuando el personal llegaba, no veia a nadie, solo era visible para las pacientes, sin embargo para no asustarlas, hacian de cuenta de que si lo veian y siempre le decian:

-Señor vayase a su cuarto, la paciente desea dormir, y lo invitaban cortesmente a irse, mientras que a las personas les decian que era otro paciente que le gustaba deambular, aunque estuviesen temblando de pies a cabeza.

La mayoria de sus visitas solo eran prescenciales, y siempre era descrito de la misma forma, en particular su sombrero, en cuanto llegaba el personal, los pacientes decian que salia por la puerta, hubo sin embargo una ocasion en que todo ocurrio de forma diferente, una paciente, lo vio desparecer a traves de la puerta, empezo a gritar, no hubo poder humano de que la convenciera de que se quedara hasta el dia siguiente en su habitacion.

Las cosas continuaron por un tiempo, hasta que se pidio perdon por su alma en una misa, poco a poco fue despareciendo.

Las historias de que las almas de los suicidas no pueden encontrar descanso son muy comunes en varias culturas, es posiblemente una forma de desaprobacion social, o quiza, realmente el suicido no detiene las penas, sino te hace sufrir mas, al convertirte en un alma en pena. Esta historia me la conto mi madre, es de cuando trabajaba en un Hospital del que omito el nombre porque sigue en servicio.

miércoles, 16 de junio de 2010

HISTORIAS DE FANTASMAS

Bienvenidos a mi blog, donde contare historias de fantasmas, con el tiempo he ido coleccionando historias y he conseguido reunir una muy buena cantidad, aqui voy a irlas transcribiendo, la intencion del sitio es entretenerse con ellas, no mas, contarlas en una noche de lluvia en una reunion de amigos para divertirse, en fin, su amigo Sergio Tellez les da la bienvenida al mundo de las pesadillas.