lunes, 11 de julio de 2022

Graznidos a mis espaldas.

Hace muchos años tenia una novia que vivia en el lejano pueblo de Zapotitla, alla por Tlahuac, cuando saliamos de la escuela, iba a dejarla hasta esos lejanos parajes, habia veces en que llegabamos muy tarde, y tenia que regresarme a mi casa que esta hasta la Villa de Guadalupe, como los peseros que entraban a su colonia dejaban de dar servicio a las 10 PM, tenia que caminar hasta la carretera Mexico Tulyehualco para encontrar transporte, en aquel entonces todavia era una zona rural, de hecho ella vivia en la primera unidad habitacional que se creo en la zona.

Las casas a los lados del camino aun tenian maiz sembrado y animales de granja por doquier, en el dia se podia escuchar cacareos de gallinas, mugidos de vacas, y demas sonidos del campo. Aun habia lugares donde se podia comprar leche de vaca en la mañana.

Pero de noche todo era muy diferente, las personas se retiraban temprano a dormir, se cerraban puertas y ventanas, el silencio de la noche era profundo, pero yo ya estaba acostumbrado a eso, casi todos los dias llegabamos muy tarde a su casa, ¿a quien diablos se le ocurrio hacer colonias dormitorio, tan lejos de la ciudad?, y casi todos los dias me iba caminando a la carretera. Muchas cosa me ocurrieron en esos viajes, algunas, comicas, otras extrañas, otras mas extrañas, pero esta en particular fue escalofriante.

Y escalofriante era la palabra correcta, esa noche iba caminando algo apresurado, era mucho mas noche de lo habitual y si no alcanzaba una combi antes de las 11:30 no alcanzaria el ultimo metro en Taxqueña. Iba caminando por el arroyo de terraceria a un lado del camino vacio, cuando pase por una casa, oi claramente el sonido de graznidos a mi izquierda, los gansos se habian dado cuenta de mi paso y estaba avisando a todos que me habian descubierto, nada nuevo, siempre me graznaban al pasar, avance unos 20 metros y de repente volvieron a graznar, gire la cabeza para ver si alguien venia detras mio, y el camino estaba vacio, totalmente vacio, la luz de un farol de la calle caia directamente sobre esa zona y no habia nada. ¡que raro!, pense y segui mi camino, pero al volver a mi ruta original, senti un escalofrio que me recorria todo el cuerpo, como una especie de malestar generalizado, que me erizaba el cabello, volvi a darme vuelta y no se veia nada.

Segui caminando, un perro ladro detras de un porton de lamina a mi paso, continue derecho a la avenida, pero pocos pasos despues, el mismo perro volvio a hacer un ruido, pero esta vez no era un ladrido, sino mas bien como un aullido de espanto, volvi a mirar, el camino seguia vacio, pero algo se sentia ahi, tome la navaja de mi bolsillo, la saque e hice una cruz con el dedo, si era de este mundo la afilada hoja de metal lo asustaria, si era del otro, la cruz lo haria desaparecer, y avance hacia donde habia escuchado al perro, solo las sombras estaban, pero la opresion que sentia desaparecio en ese momento, sorprendentemente el perro no volvio a ladrar.


Llegue a la avenida sin mas incidentes, aun no se que haya sido, pero agradezco a mi abuela la genial idea de que contratara brujas para servirme de nanas cuando era pequeño, me enseñaron muchas cosas sobre este mundo... y el otro. Sobre el arte de defenderte con la cruz y con el coraje.


Despues platicare sobre otras experiencias que vivi en esa ruta, como el Fantasma que te protege en Metro Taxqueña, o el sonido de carretas y gritos en el antiguo quemadero de la Inquisicion en Metro Hidalgo, o sobre algo que jamas he vuelto a ver o siquiera oir mencionado por otras personas: fuego en el cielo, que sin embargo prescenciamos varios hombres que estabamos de pie en la parada del pesero.


Los fantasmas en los caminos son historias muy comunes en la republica, y con tintes ligeramente diferentes en otros paises, he escuchado historias de hombres hostigados por almas en pena en caminos, de mujeres hermosas que te hacen seguirlas a barrancos, de brujas que te aterrorizan, algunas muy buenas. Aun no se que paso ahi, tal vez solo era un raton corriendo en la carretera, tal vez mis nervios destrozados por estar en una relacion donde yo solo daba y ella se dedicaba a recibir, pero jamas aporto nada a nuestra felicidad, en todo caso, es una historia divertida y ese es el objetivo de este Blog.

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