jueves, 15 de enero de 2015

El Pasajero Fantasma

En los peligrosos rumbos de Ecatepec, en los que la vida no vale mucho, ultimamente ha circulado una historia que no es de este mundo, particularmente entre los conductores de transporte publico, en particular de las combis.

Cuando la noche ha caido y el pasaje es poco, repentinamente se ve un pasajero hacer la parada, parece casi aparecido, como de la nada, el vehiculo se detiene, normalmente, el pasajero aborda y se continua el viaje, si nadie mas sube durante el viaje; al llegar a la terminal, y pedir el conductor el pasaje, no hay nadie abordo, y aunque algunos conductores furiosos bajan, abren la puerta y... comprueban que no hay nadie, que su pasajero se ha desvanecido en el aire; en cambio, si han subido mas pasajeros, al llegar a la terminal, falta uno, al que los demas no han visto.

La mayoria no pueden decir bien a bien como es el pasajero, unos dicen que es un hombre como de cuarenta, otros que de veinte, sube en esquinas obscuras, y su rostro no se ve, segun algunos es un muerto que desea regresar a su casa, segun otros es un viajero que murio repentinamente, tan rapido que no se dio cuenta y sigue creyendo que esta vivo.

Las Historias, en los que un Fantasma parece repetir una y otra vez lo ultimo que hizo, son muy conocidas en Inglaterra, es raro escuchar una de ellas en Mexico, mas curioso es, que con lo peligroso que es el Estado de Mexico, en el que la delincuencia corre libre, oir una historia de fantasmas ya es raro, reemplazadas por las de delincuentes y asaltos.

1 comentario:

  1. Una leyenda de montemorelos N.L.
    Cuentan los ancianos que hace muchos años, vivía en Montemorelos un hombre muy rico y poderoso, además de supersticioso en extremo y malvado, a quien apodaban Miky. Este personaje utilizaba su dinero para el mal y despreciaba al pobre y al necesitado. Cuentan que golpeaba a los niños cuando le pedían limosna en la calle y por cualquier cosa sacaba su pistola, la cual no dudaba en usar contra sus enemigos. Su única debilidad era su creencia en supersticiones. Se dice que era de tal magnitud que una vez mató a golpes a una sirvienta por haber roto un espejo mientras ésta hacía el aseo en la casa de Miky. Otra anécdota explica que los días 13 no salía de su recámara para nada y sólo se aventuraba a salir hasta que el fatídico día terminaba. (Leyenda encontrada en un blog de Homero Adame.)
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    Se dice que en su hacienda trabajaba una mujer llamada Esmeralda, quien en realidad era una bruja que le leía su futuro. Miky no hacía nada sin consultarla. Esta mujer lo tenía completamente dominado, pero lo único que deseaba era la fortuna de su malvado jefe y utilizaba todos sus trucos para cumplir su ambición: ponía cosas en la casa y en la ropa de él para luego decirle que alguien estaba haciéndole brujería. Con esto, Miky no dudaba en matar a los que él creía que le estaban haciendo algún mal. Una noche, sin embargo, Miky descubrió los planes de Esmeralda de quedarse con su dinero, y en un arranque de furia le sacó los ojos, gritando como loco: “Maldita bruja, no me engañarás de nuevo”. Y luego él mismo, dándola por muerta, llevó su cuerpo para arrojarlo afuera de sus tierras. Pero Esmeralda sobrevivió lo suficiente para denunciar a su antiguo jefe. Cuando la policía fue a arrestarlo, Miky logró escapar a caballo y mientras se escondía cerca del río Pilón –en lo que hoy es el Bioparque Estrella–, uno de sus perseguidores lo descubrió y con pistola en mano lo enfrentó. Miky, con su amuleto de la suerte firme en mano, le gritaba: “¡No podrás atraparme! Primero moriré antes de ser tu prisionero”. Pero el destino le tenía preparada una sorpresa inmediata: conforme Miky vociferaba aquellas palabras, una serpiente cascabel lo mordió y Miky murió en completa agonía…
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    Ah, pero aquí no termina la historia: mucha gente afirma que el ánima de Miky no descansa en paz y que todavía hasta el día de hoy se aparece a los que son supersticiosos, asustándolos de mala manera. Varias personas han terminado mal y la única forma que se conoce para alejar al fantasma es no ser supersticioso y demostrarlo, ya sea tirando sal, rompiendo un espejo o con cualquier otro método que supuestamente traiga mala suerte.
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    Así que “¡cuidado con Miky!”, como dicen los lugareños.
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    Nota: esta leyenda fue enviada al blog por Miguel Delgado, quien radica en Monterrey. Dice que el nombre o apodo de Miky así se escribe, según le afirmaron las personas que se la contaron en el Bioparque Estrella. Él espera que los lectores del blog la gocen y que aprendan que las supersticiones no traen nada bueno.

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