En el edificio donde viviamos teniamos unos vecinos muy queridos, era una famila peculiar, la abuelita, doña Virginia, su hijo, Rafael, un lider sindical de los electricistas, su primo, Eduardo, y la nieta huerfana de su unica hija Laura. La abuela era dominante, tanto que logro evitar que sus hijos se casaran, aunque Don Rafael se las arreglo para tener un par de hijos por ahi.
Un dia la desgracia aparecio sobre todos ellos, Laura estaba bajando las escaleras y su perrito paso corriendo junto a ella, la tiro y quedo muy grave, murio unas semanas despues; poco despues, Don Rafael enfermo repentinamente, murio tras una muy breve enfermedad, demasiado rapido, no pocos sospechamos que habia juego sucio, despues enfermo la abuelita, repentinamente murio, solo quedo Eduardo, al que una vida facil habia hecho alcoholico e irresponsable, se ausentaba por dias enteros, y en las madrugadas lo oia platicar con la abuelita muerta en la habitacion de ella.
No se si su soledad o sus lamentos llamaron al fantasma, cuando la casa estaba vacia empezaron a oirse ruidos extraños en esa habitacion, se oia claramente el sonido de su baston, como si se cayera en el cemento, un ruido seco de madera al caer, ademas en las silenciosas madrugadas se escuchaba como si las sillas de madera del viejo comedor fueran arrastradas, tan fuerte era el sonido, que las primeras veces pensabamos que se habian metido ladrones en la casa. Pero al asomarnos, no habia nada, la siguiente noche, volvio el sonido, que siguio por meses.
Un dia, Eduardo enfermo tan gravemente como sus familiares y murio tan rapido como los demas, la sirvienta de inmediato dijo que le habia dejado la casa, y claro, se hizo evidente que era la sospechosa de los asesinatos, todos sabiamos que el dueño era Don Rafael y que habia decidido heredarle la casa a sus hijos, antes de que cualquiera reaccionara, entro a vivir la familia de la sirvienta, y en su codicia estuvo su desgracia, pasaron la primera noche en temor, a la hora usual se escucharon los sonidos de siempre, las luces se encendieron en ese departamento, y jamas las volvieron a apagar en la noche, de ese dia en adelante vivian ahi con miedo, nadie lo supo con certeza, porque nadie les hablaba, pero era evidente que algo vieron, en las madrugadas que siguieron dejaban todas las luces encendidas.
Un dia llego de visita el abuelo de la familia de ocupantes, le dieron la habitacion de Doña Virginia, justo el lugar donde se escuchaba el baston; en la madrugada, oi fuertes golpes en mi puerta, era el esposo de la sirvienta, buscando a mi madre para que fuera a atender a su abuelo, que habia sufrido un ataque cardiaco, por suerte esa noche ella estaba con mi hermana, asi que lo lleve a la casa de una doctora un par de calles mas alla, llego la atencion, pero era muy tarde, el señor habia muerto.
A partir de esa noche, jamas se volvieron a oir sonidos de ningun tipo en esa casa, era como si el alma hubiese estado esperando a alguien para que la acompañara al mas alla.
Ciertamente que ya habia oido historias de Fantasmas que estan esperando algo, cuando eso sucede, desaparecen sin dejar rastro, los ruidos fantasmales son llamadas psicofonias y han intentado ser explicados de diferentes formas, por ejemplo las sillas de madera, expuestas al sol y al frio, tienden a expanderse y contraerse, lo que hace que ellas solas se desplacen, oyendo el sonido de sillas arrastradas en la noche, cuando la madera se contrae.
No hay comentarios:
Publicar un comentario