miércoles, 23 de junio de 2010

El Fantasma protector de Metro Taxqueña

Hay una historia que corria entre los viajeros nocturnos que arribaban a Metro Taxqueña a finales del siglo pasado, era la epoca de la Ruta 100, los Expressos de Medianoche a Tlahuac, los peseros tamaño Micro, los pasajes de 2.00 pesos y los peligrosos andenes del transporte publico, solitarios y obscuros, en particular del mercado de comida que dividia los andenes de peseros, de los andenes de autobuses, ahi, si los delincuentes te veian solo, era mucho mas probable que intentaran asaltarte, tenias que ir muy listo, o bien armado para pasar sin problemas, uno de los tantos riesgos de Viajar de Noche.

Se hablaba del Fantasma protector, un ser que se aparecia cuando un viajero corria peligro, y lo acompañaba por esa zona en particular, despidiendose poco despues de llegar a las escaleras del metro, nadie lo habia visto bien, en la penumbra parecia una persona normal, pero jamas pasaba por donde habia luz, asi que no era posible ver sus rasgos completamente.

En aquel entonces regresaba de lunes a viernes de dejar a mi novia en el pueblito de Zapotitla, muy tarde en la noche, y para hacer eso habia que estar muy listo, como la parada del autobus expresso me quedaba muy lejos, hasta el panteon San Lorenzo Tezonco, tenia que irme regularmente en los micros de transporte publico que llegaban hasta el Metro; preferia abordarlos en la terminal, asi podia revisar con calma quienes estaban a bordo, ver quien se veia normal y quien era sospechoso, el examen de tus compañeros de viaje en la noche se vuelve una costumbre, hay quienes parece que van o vienen de sus actividades diarias, gente trabajadora de la que no hay que temer, pero tambien hay quienes son sospechosos, personas con sombreros, chamarras o sueteres demasiado holgados, de esas personas hay que desconfiar, y bien alejarse, o si te gusta el combate cercano, acercarseles tanto como sea posible, si son asaltantes, en lo que sacan su pistola, tu ya tienes tu navaja en su yugular. En fin, entre las delicias del viaje suburbano nocturno esta el conteo automatico, uno va contando quienes suben, quienes bajan y donde se sientan, hay costumbres muy bien establecidas, las mujeres, (si, en efecto hay mujeres que se arriesgan a viajar a esas horas), regularmente se sientan en los asientos de adelante, cerca del conductor y de la puerta. En cambio los jovenes se suelen sentar en los asientos traseros y subir su pierna sobre el largo cojin que lo forma, a mi me gustan los asientos del centro, no dan buena visibilidad, pero en caso de colision son los mas seguros, y tal como manejan los conductores de pesero, el mayor peligro era chocar, quienes conocen esa ruta lo podran confirmar, en la noche uno podia hacer 20 minutos, semaforos incluidos, desde Zapotitla hasta Taxqueña, asi que habia ir bien sujeto de uñas y dientes.

En fin esa noche era tarde, y habia menos gente que lo normal, era fin de quincena y habia llovido intensamente durante la tarde, ibamos solo tres personas ademas del conductor, un señor mayor que se sento hasta adelante, un muchacho que siempre se bajaba en Lomas Estrella hasta atras, y yo, el viaje fue rapido, no subio nadie en el camino, asi que llegamos solo DOS PERSONAS a Taxqueña, como vi que el señor iba a tardar algo en bajar por delante, me levante y gire a la puerta trasera, pero ¡oh sorpresa!, alguien iba sentado en el ultimo asiento, y se levanto antes que yo.

Cuando ambos estabamos abajo, me saludo y me dijo si nos podiamos ir juntos al metro, una buena sugerencia viendo que todo estaba totalmente solitario, ya que el anciano habia abordado una de las peseras que iban a la CTM, fuimos caminando, y el iba hablando de lo peligroso que se habia vuelto la terminal, y que el personalmente habia visto varios incidentes, efectivamente, a mi tambien me habia tocado ver un par de cosas bastante desagradables, apresuramos el paso, y cruzamos el mercado y los andenes, obscuros, como el destino de los pobres del pais bajo un gobierno panista, algo alejados habia un grupo de malvivientes entre los pasillos obscuros, llegamos a la escalera de ascenso al metro, y ahi se despidio, dijo que el se iba derecho, en ese momento senti un gran escalofrio, me despedi y entre a la luz, mi mente trabajaba muy rapido y noto que habia algo muy raro, mas alla de las escaleras del metro no hay nada, solo estaba el lugar donde los autobuses se estacionaban en el dia, no hay mas transportes ni casas, los baños estaban hasta la Central de Autobuses Sur, ningun alma osaria ir a un lugar asi en la noche, era ilogico. Fue entonces que me acorde, el Fantasma del Metro Taxqueña, que acompaña a los viajeros por la zona peligrosa, ¿seria el?, en ningun momento le vi la cara, estaba muy obscuro, era imposible que fuese en el pesero, el conteo automatico no lo habia registrado, ademas se alejo hacia la zona mas peligrosa. Aun no se que paso, pero si fuiste tu, gracias.

Al dia siguiente estaba platicando del asunto con el despachador de la terminal de Zapotitla, un señor ya bastante grande, que conocia todas las historias de la zona, el me dijo que muchos lo habian visto igual que yo, que los acompañaba y despues se despedia, pero me agrego un detalle que yo desconocia, el se iba del lado del estacionamiento porque ahi habia muerto, se cree que era un viajero que por algun motivo se habia perdido y fue a parar a la parte mas peligrosa de la terminal, donde fue asesinado por unos ladrones.

Las historias de fantasmas que acompañan y protegen si bien no son tan comunes, si tienden a repetirse de vez en cuando, he oido pocas de ellas, pero muy distantes, en Turquia, en Inglaterra (¿de que tipo de fantasma no tendran en el Reino Unido?) y en Mexico.

Autor:  Sergio Antonio Tellez Morales

1 comentario:

  1. interesante relato, es increible como personas o seres que han partido tienen la encomienda de cuidar a las personas para que eviten la pena que a ellos les toco en vida, espero que su labor termine pronto porque es una mision, por lo visto y a como pintan las autoridades con su "seguridad" eterna, y mas tratandose de lugares de malvivientes o vagabundos sin escrupulos o etica, mucho menos conciencia....

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